AL MAESTRO CON CARIÑO (Parte 1): En memoria permanente de Raúl Calviño

Mi amor por ese medio mágico del cual surgen

voces que divulgan, cantan, se ríen y hasta discuten nació de la misma manera que muchas personas: por tener una companía y matar las horas de aburrimiento (eso me recuerda a una frase típica:
"me aburro como una ostra", pero si ven alguna ostra aburrida envíenme una foto).

Esta historia tiene a un protagonista único y muy olvidado, se los voy a mencionar con nombre y apellido:
RAÚL CALVIÑO, mi maestro y amigo.

Conocí a Raúl en 1987 y confieso que fuí un fiel oyente suyo.
Una noche de verano de ese año mi papá (que fue policía) tenía un amigo que trabajaba en el viejo boliche "Canela" de la Avda. Constitución y necesitaban un cuidador de coches.

Cuando llegué a dicho lugar el cartel que decía "Raúl Calviño presenta: Varieté" (era el programa de radio que hacía en Mardel) no me imaginé lo que sucedería luego.
Hablar de la trayectoria de Calviño es hablar de un hombre que ha sido lo que yo no fuí, un auténtico locutor nacional, un hombre con amplios conocimientos sobre la historia de la música del mundo, un amigo de una voz increíble, simpática y muy portentosa, yo me sentía (y aún me siento cuando escribo esto y vos lo estás leyendo) como un cero a la izquierda.
Calviño llegó a Mar del Plata para conducir ese programa (Varieté) bajo la dirección artística de Julio Moyano para la FM de Radio Mar del Plata llamada en ese momento Inolvidable y hoy conocida como Universo 103.

Pocos años después y como oyente de Club de Noche, otra de su creaciones (pero esta vez en la AM de la Radio MDP), nació como oyente y amigo un personaje que marcaría el inicio de lo que sería mis comienzos como conductor radial y heredero de su amistad...
en forma de un fantasma...

(CONTINUARÁ)

(Nota: sobre el cartel publicitario de Radio Belgrano RAÚL CALVIÑO es el que está en la tercera foto de la primera columna hacia abajo, de perfil izquierdo)