PINOCHO AZÚL QUEDÓ (La despedida de P.O. Blog a Juan Carlos Mareco)

Hasta el viejo hospital de los muñecos
llegó el pobre Pinocho malherido,
un cruel espantapájaros bandido
lo sorprendió durmiendo y lo atacó.

Llego con su nariz hecha pedazos,
una pierna en tres partes astillada,
una lesión interna y delicada
que el médico de guardia lo atendió.

A un viejo cirujano llamaron con urgencia
y con su vieja ciencia pronto lo remendó,
pero dijo a los otros muñecos internados
"todo esto sera en vano, le falta el corazón".

El caso es que Pinocho estaba grave
en sí de su desmayo no volvía
y el viejo cirujano no sabía
a quien pedir prestado un corazón.

Entonces llegó el Hada Protectora
y viendo que Pinocho se moría
le puso un corazón de fantasía
y Pinocho sonriendo despertó.

Pinocho, Pinocho,
ay pobre Pinocho!

Entonces llegó el Hada Protectora
y viendo que Pinocho se moría
le puso un corazón de fantasía
y Pinocho sonriendo despertó
y Pinocho sonriendo despertó.

(Canción "Pinocho"

interpretado por Luis Aguilé)

"La risa es fundamental... Papá siempre creyó en la sonrisa. Le habían cortado la pierna por una artrosis y tenía tanto sentido del humor que cuando estaba en el sanatorio vino Martín Zabalúa, que era muy amigo, y cuando entra a la piecita y vé la sábana de la derecha vacía, Zabalúa se puso a lagrimear, y papá le dice: "No, Vasco, dejá que lloren los zapateros de Carmelo que ahora voy a gastar un solo zapato".

Juan Carlos Mareco

Realmente en ocasiones suceden hechos que de alguna manera nos atan ya sea por una canción, un objeto, una foto, una persona allegada, etc. Este último motivo es lo que me impulsa a escribir este pequeño homenaje en este barrio de evocaciones.

Cuando estaba realizando el posteo anterior, la noticia por TV salió y esa noticia fue como una lanza directa al pecho:
"Juan Carlos Mareco, conocido también como 'Pinocho', murió a los 83 años,, en una residencia geriátrica del barrio porteño de Palermo, donde estaba internado desde hace años según se informó a la prensa."

Dios mío! Al enterarme del hecho lo primero que pensó mi mente es el nombre de un amigo muy allegado a Pinocho y gran amistad de Prohibido Olvidar: HUGO ROMANI


Si han visto el posteo de HUGO ROMANI, EL NOVIO DE AMÉRICA PARTE 2
sabrán que Romani fue el hombre que no sólo trajo al Topo Gigio al programa "La Galera" de Canal 11 sino que también eligió a Pinocho como anfitrión del programa mencionado. Tengo motivos de sobra para estar triste por esta noticia.

Ante mi dolor interno, aún cuando no conocí jamás en persona a Mareco, conservo en mi casa libros y algunas grabaciones de la historia del humor en la radio.
Pinocho muchas veces hablaba de las personalidades de aquellos años 40 que eran ídolos en nuestro país y los cuales imitaba muy bien en radio, entre ellos Pepe Arias ("La idea de mi Jefe era la de echarme y la mía de quedarme..."),




Luis Sandrini ("El nene le preguntó a la madre en el zoo: -Mamá, hay un animal más feo que ese mono? y la madre le responde señalando al marido: -Sí, éste!")

y Pepe "El Zorro" Iglesias
("Ay, Esmeralda, rascame la espalda...")

"Las frases más originales se quedan
para siempre en la gente
y por ello siempre serán recordadas
cuando se las mencionan con humor."
(Carlitos Balá)

Recuerdan estas frases?
No las olviden nunca por favor!

"AZÚL QUEDÓ": Mareco en uno de sus personajes -El Funebrero- que relataba situaciones con el mismo resultado: la muerte desafortunada de la persona que él contaba en anécdota. También fue una canción que cantaba en las audiciones radiales y en tv en "Casino"
("Y su amigo? Azúl quedó...azúl...azúl quedó!")



"COSA LINDA, MARAVILLOSA": Esta frase la mencionaba mucho en su programa de radio y tv "Cordialmente" y Mario Sapag lo imitaba por TV en "Las mil y una de Sapag".


"Siga estudiando (dijo Wimpy) Pero busquemos un seudónimo para que pueda, además, trabajar en la radio! Seudónimo de animalito, no sirve –me dijo– (ya está Pepe Iglesias, El Zorro). Pensemos en Pinocho, el muñeco de madera, sin voz, fabricado por Gepetto. Supongamos que Pinocho le roba el alma a una calandria (la calandria, ave sin canto propio, imita a otros pájaros), para tener voz... Fue así, con esa alegoría tan 'wimpeana', que empecé mis imitaciones llamándome Pinocho."

"Un día fui a Córdoba a trabajar, para un Instituto de niños ciegos (habrá cosas conmovedoras... ¡pero un chiquito ciego!) Los divertí lo mejor que pude. Los chicos me rodearon y se pusieron a cantarme, ellos a mí, canciones mías, de las primeras. Y yo lloraba. Ellos no me veían, claro. Cuando subí al ómnibus ya estaba convencido de que la misión mía era ésa: entretener a los que les hacen falta sonrisas".


Quise evocar con el mayor respeto posible a un genio que ha dejado su marca imborrable en la historia de los medios de conunicación y se quedará para siempre en nuestros agradecidos corazones.
PROHIBIDO OLVIDAR, mi radio amiga LA FOLK M D Q y el blog marplatense HIJITUSLOGÍA nos sumamos en el sentimiento de la familia de Juan Carlos, en el dolor de los amigos que conoció y conservó en su vida y en el del público en gral.
Su nombre queda en este barrio de recuerdos con la mayor de las cordialidades.
Descanse, Pinocho... y gracias por la sonrisa.

-Bueno, Pinocho, despídete del público.
-Sí, abuelito. En el cielo las estrellas,
en la laguna el sauzal
y en el medio de mi espalda,
la columna vertebral!

(Despedida de Pinocho
en sus audiciones radiales)