Frente al mar,
frente a Dios
empapada de noche y de pena mi voz
se estremece en el último adiós...
Frente al mar,
frente a Dios,
yo te ruego que, al menos,
me digas por qué me castigas...
Frente a Dios,
frente al mar,
yo pregunto si acaso el delito fue dar,
siempre dar, sin pedir más que amar...
Ya no sé, qué pasó,
yo no sé por qué fue
que la luz del amor se apagó...
Sólo sé que te vas y que el viento,
en tu nombre, parece gritar: ¡Nunca más!
Ya no sé, qué pasó,
yo no sé por qué fue
que la luz del amor se apagó...
Sólo sé que te vas y que el viento,
en tu nombre, parece gritar: ¡Nunca más!
frente a Dios
empapada de noche y de pena mi voz
se estremece en el último adiós...
Frente al mar,
frente a Dios,
yo te ruego que, al menos,
me digas por qué me castigas...
Frente a Dios,
frente al mar,
yo pregunto si acaso el delito fue dar,
siempre dar, sin pedir más que amar...
Ya no sé, qué pasó,
yo no sé por qué fue
que la luz del amor se apagó...
Sólo sé que te vas y que el viento,
en tu nombre, parece gritar: ¡Nunca más!
Ya no sé, qué pasó,
yo no sé por qué fue
que la luz del amor se apagó...
Sólo sé que te vas y que el viento,
en tu nombre, parece gritar: ¡Nunca más!
Ya lo sé... Nunca más...
Nunca... ¡¡Nunca más!!
(Canción "Frente al mar"
interpretado por Susy Leiva)
interpretado por Susy Leiva)
Quisiera en este momento poder pedirle a Dios y ante el mar que me otrogue las palabras necesarias para poder expresarme sin tener que quebrarme ante las historias que voy a contarles.
Hace no muchos meses les conté de una maravillosa poetisa que conocí en esta ciudad y fue una oyente muy fiel de mi programa radial: Rosa Lucía Ascencio de Vozza, que pueden verlo en la miniserie de posteos TAMBIÉN AMAR ES DOLOR
Hace no muchos meses les conté de una maravillosa poetisa que conocí en esta ciudad y fue una oyente muy fiel de mi programa radial: Rosa Lucía Ascencio de Vozza, que pueden verlo en la miniserie de posteos TAMBIÉN AMAR ES DOLOR
Parte 1: "Una inolvidable noche de poesía"
Parte 2: "Nacer de Nuevo"
Parte 3: "El Ángel de la Poesía que partió sin avisarme"
Pero no les conté algo más de ella: En una noche de lectura poética como lo detallo en la parte 1 de esa miniserie, Rosa Lucía me confesó que su mayor inspiración era el espíritu de la gran poetisa argentina que entregó su vida al mar en la madrugada del 25 de octubre de 1938: ALFONSINA STORNI.
R.L. me dijo que ella era una mujer muy valiente pero lastimada por un mundo de hombres que no la comprendían. Es verdad, los grandes genios son siempre incomprendidos, pero genios al final.
En la memoria permanente al cariño que todavía conservo por mi amiga poetisa por primera vez voy a publicar una poesía en la cual Rosa Lucía, aquél Mar de Amor que entregó su propia vida a las letras, aquél Ángel de poesía que todavía me abriga en sus gigantescas alas, expresaba toda su admiración a la solitaria poetisa del mar.
(Poesía "Alfonsina, la Dama del Mar"
por Rosa Lucía Asencio de Vozza)
Saben una cosa? Tengo otra historia que contarles y tal vez me crean loco o mentiroso pero teniendo a Dios de testigo presencial por lo que hice me basta y me sobra, si no me creen allá Uds. pero es verdad lo que voy a contarles.
Horas antes de realizar este homenaje, antes de que amaneciera, caminé desde el centro hasta la playa y llegué al puente de la escollera norte, más precisamente al centro de dicho puente. Estaba sólo. Sólo escuchaba el interminable concierto del mar en medio de un intenso frío, por momentos las gaviotas inquietas querían reposar sobre las heladas aguas pero la fuerza de las olas las obligaba a emprender un vuelo que las aves no querían hacer.
Mi vista apuntaba al mar y en ese clima de intensa paz, lejos del mundanal ruido grité con todas mis fuerzas: ALFONSINA! LO SABÉS? SABÉS QUE MAR DEL PLATA TE AMA PORQUE NO TE OLVIDAMOS? MAR DEL PLATA TE AMA, NO ESTÁS SOLA! MAR DEL PLATA TE AMA...Y YO TAMBIÉN!
Mis lágrimas se confundieron en sabor salinal con el aroma de las poderosas aguas que parecían decirme que sí lo sabe.
El nuevo día se abrió ante mí y emprendí el regreso a mi habitual vida, a los amigos que me quieren, a los enemigos que me odian, a este barrio de recuerdos y tan lento como mis pasos en la arena, canté bajo y con el corazón el tema de "Alfonsina y el Mar". Desde este barrio de recuerdos les dejo dos rosas blancas: una para mi Rosa Lucía y la otra para Alfonsina.
Si Ud, amigo, es de esta ciudad o ha elegido quedarse algún tiempo, no importa cuantos días o meses o años, le pido que por favor cante conmigo:
Pero no les conté algo más de ella: En una noche de lectura poética como lo detallo en la parte 1 de esa miniserie, Rosa Lucía me confesó que su mayor inspiración era el espíritu de la gran poetisa argentina que entregó su vida al mar en la madrugada del 25 de octubre de 1938: ALFONSINA STORNI.
R.L. me dijo que ella era una mujer muy valiente pero lastimada por un mundo de hombres que no la comprendían. Es verdad, los grandes genios son siempre incomprendidos, pero genios al final.
Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario, que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.
Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.
Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé un cuarto de ala;
no me pidas más.
(Poesía "Hombre pequeñito"
por Alfonsina Storni)
suelta a tu canario, que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.
Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.
Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé un cuarto de ala;
no me pidas más.
(Poesía "Hombre pequeñito"
por Alfonsina Storni)
En la memoria permanente al cariño que todavía conservo por mi amiga poetisa por primera vez voy a publicar una poesía en la cual Rosa Lucía, aquél Mar de Amor que entregó su propia vida a las letras, aquél Ángel de poesía que todavía me abriga en sus gigantescas alas, expresaba toda su admiración a la solitaria poetisa del mar.
El mar calmó su bravura
y te abrazó asombrado,
te hizo su prisionera
y fiel a tí, enamorado.
Gaviotas y golondrinas
tu cuerpo sobrevolaron
y un gran rosario de estrellas
con su luz te acompañaron.
Mujer plena, luchadora
que a la muerte desafió,
peregrina de las playas,
Mensajera del amor.
Gran poeta, noble pluma,
tu ausencia el mundo lloró,
embrujo tienen tus versos,
cruz pesada, cruel dolor.
Querida y dulce Alfonsina,
musa de la ensoñación
embriagada de poesías,
temperamento y pasión.
Las aguas desconsoladas
le habrán oído exclamar
el adiós definitivo
a la Gran Dama del Mar.
Alfonsina inolvidable
y para siempre... INMORTAL.
y te abrazó asombrado,
te hizo su prisionera
y fiel a tí, enamorado.
Gaviotas y golondrinas
tu cuerpo sobrevolaron
y un gran rosario de estrellas
con su luz te acompañaron.
Mujer plena, luchadora
que a la muerte desafió,
peregrina de las playas,
Mensajera del amor.
Gran poeta, noble pluma,
tu ausencia el mundo lloró,
embrujo tienen tus versos,
cruz pesada, cruel dolor.
Querida y dulce Alfonsina,
musa de la ensoñación
embriagada de poesías,
temperamento y pasión.
Las aguas desconsoladas
le habrán oído exclamar
el adiós definitivo
a la Gran Dama del Mar.
Alfonsina inolvidable
y para siempre... INMORTAL.
(Poesía "Alfonsina, la Dama del Mar"
por Rosa Lucía Asencio de Vozza)
Saben una cosa? Tengo otra historia que contarles y tal vez me crean loco o mentiroso pero teniendo a Dios de testigo presencial por lo que hice me basta y me sobra, si no me creen allá Uds. pero es verdad lo que voy a contarles.
Horas antes de realizar este homenaje, antes de que amaneciera, caminé desde el centro hasta la playa y llegué al puente de la escollera norte, más precisamente al centro de dicho puente. Estaba sólo. Sólo escuchaba el interminable concierto del mar en medio de un intenso frío, por momentos las gaviotas inquietas querían reposar sobre las heladas aguas pero la fuerza de las olas las obligaba a emprender un vuelo que las aves no querían hacer.
Mi vista apuntaba al mar y en ese clima de intensa paz, lejos del mundanal ruido grité con todas mis fuerzas: ALFONSINA! LO SABÉS? SABÉS QUE MAR DEL PLATA TE AMA PORQUE NO TE OLVIDAMOS? MAR DEL PLATA TE AMA, NO ESTÁS SOLA! MAR DEL PLATA TE AMA...Y YO TAMBIÉN!
Mis lágrimas se confundieron en sabor salinal con el aroma de las poderosas aguas que parecían decirme que sí lo sabe.
Por la blanca arena que lame el mar
su pequeña huella no vuelve más,
un sendero solo de pena y silencio
llegó hasta el agua profunda,
un sendero solo de penas mudas
llegó hasta la espuma.
Sabe Dios qué angustia te acompaño,
qué dolores viejos calló tu voz,
para recostarte arrullada en el canto
de las caracolas marinas,
la canción que canta en el fondo oscuro
del mar la caracola.
Te vas Alfonsina con tu soledad,
qué poemas nuevos fuiste a buscar?
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llamando,
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral
y fosforescentes caballos marinos
harán una ronda a tu lado,
y los habitantes del agua van a jugar
pronto a tu lado.
Bájame la lámpara un poco más,
déjame que duerma, nodriza, en paz
y si llama él no le digas que estoy,
dile que Alfonsina no vuelve,
y si llama él no le digas nunca que estoy,
di que me he ido.
Te vas Alfonsina con tu soledad,
qué poemas nuevos fuiste a buscar?
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llamando,
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar.
su pequeña huella no vuelve más,
un sendero solo de pena y silencio
llegó hasta el agua profunda,
un sendero solo de penas mudas
llegó hasta la espuma.
Sabe Dios qué angustia te acompaño,
qué dolores viejos calló tu voz,
para recostarte arrullada en el canto
de las caracolas marinas,
la canción que canta en el fondo oscuro
del mar la caracola.
Te vas Alfonsina con tu soledad,
qué poemas nuevos fuiste a buscar?
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llamando,
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Cinco sirenitas te llevarán
por caminos de algas y de coral
y fosforescentes caballos marinos
harán una ronda a tu lado,
y los habitantes del agua van a jugar
pronto a tu lado.
Bájame la lámpara un poco más,
déjame que duerma, nodriza, en paz
y si llama él no le digas que estoy,
dile que Alfonsina no vuelve,
y si llama él no le digas nunca que estoy,
di que me he ido.
Te vas Alfonsina con tu soledad,
qué poemas nuevos fuiste a buscar?
una voz antigua de viento y de sal
te requiebra el alma y la está llamando,
y te vas hacia allá como en sueños,
dormida, Alfonsina, vestida de mar.
Monumento a Alfonsina Storni:
Está en Playa La Perla.
En las proximidades del sitio
en donde la escritora Alfonsina Storni
se quitó la vida el 25 de octubre de 1938,
hay un sencillo monumento recordatorio
obra del reconocido escultor Luis Perlotti (1942).
De cara al mar, la figura tallada en la piedra
está acompañada de los versos del poema Dolor,
escrito por la poetisa en 1925.
Está en Playa La Perla.
En las proximidades del sitio
en donde la escritora Alfonsina Storni
se quitó la vida el 25 de octubre de 1938,
hay un sencillo monumento recordatorio
obra del reconocido escultor Luis Perlotti (1942).
De cara al mar, la figura tallada en la piedra
está acompañada de los versos del poema Dolor,
escrito por la poetisa en 1925.
Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.