Quiero pedirte
imagina las sábanas,
tu cuerpo contra el mío
descansando del amor
entre sábanas mojadas.
Una taza de café
compartida con un beso.
El amor bajo la ducha,
tú te bañas, yo te seco
Quiero darte mis mañanas,
regalarte melodías
que te cantaré en las noches...
Y quiero darte,
quiero darte mi vida.
Y quiero darte,
quiero darte mi vida.
Quiero esconderte
un bombón bajo la almohada,
una flor en la cocina
y encontrarme con tus ojos
y robarte esa mirada
y este miedo a perderte
estas ganas que no pasan
de abrazarte y acostarnos
y no soltarte a la mañana.
Quiero que vivas conmigo,
ser el sol en tu ventana
y la luna en tus noches...
Y quiero darte,
quiero darte mi vida.
Y quiero darte,
quiero darte mi vida...
(Canción "Quiero darte"
interpretado por Valter Dittrich)
imagina las sábanas,
tu cuerpo contra el mío
descansando del amor
entre sábanas mojadas.
Una taza de café
compartida con un beso.
El amor bajo la ducha,
tú te bañas, yo te seco
Quiero darte mis mañanas,
regalarte melodías
que te cantaré en las noches...
Y quiero darte,
quiero darte mi vida.
Y quiero darte,
quiero darte mi vida.
Quiero esconderte
un bombón bajo la almohada,
una flor en la cocina
y encontrarme con tus ojos
y robarte esa mirada
y este miedo a perderte
estas ganas que no pasan
de abrazarte y acostarnos
y no soltarte a la mañana.
Quiero que vivas conmigo,
ser el sol en tu ventana
y la luna en tus noches...
Y quiero darte,
quiero darte mi vida.
Y quiero darte,
quiero darte mi vida...
(Canción "Quiero darte"
interpretado por Valter Dittrich)
"-Ecto, Chapita, no vieron a Doña Coqui?
La estuve buscando por su Jardín de Esperanzas y no la encuentro."
"-Me dijo que se fue a retocarse un poco, Daniel"- me contesta Ecto.
"-Vos sabés lo que coquetona que es ella, loco"- me acota Chapita.
Y es verdad, Coqui siempre siempre quiere salir reluciente.
En eso la veo acercarse pero está algo distinta.
"-Hola, querido.
Me buscabas?
Perdoná, es que vengo del salón de belleza.
Me atendieron divinamente... y hasta tiene música funcional!"
Hummmm... belleza... música...
"-Sabía ud, Coqui, que la belleza y la música tienen cierta similitud?"
"-En verdad, Dany?
Puedo ver el brillo de tus ojos cuando estás dispuesto a contar otra historia real, no es así?
No será sobre el apuesto jóven de la foto de portada de este posteo?"
Qué bien me conoce Coqui y sí, estoy dispuesto a contarles otra de las tantas historias reales que pasan por este barrio de recuerdos y en esta ocasión será en una miniserie de 3 capítulos sobre un privilegio amistoso que tiene el nombre de VALTER DITTRICH.
En este primer capítulo comenzaré a relatarles una historia real que me llevó poco a poco a llegar a conocer a este artista olvidado que actualmente se desempeña en otra actividad, pero no quiero adelantarme demasiado.
Todo comenzó hace 11 años cuando buscaba en locales de discos en Mar del Plata material para difundir en mi programa.
Quizás por un capricho del destino llegó a mis manos un disco que cambiaría mi historia y la de mi amigo en un giro totalmente inesperado.
Ante todo debo aclarar que hacer esta miniserie real no implica perjudicar ni alterar la vida de Valter, sino que en mi buena intención de "rescatar" una etapa que hasta el momento de desarrollarla en este blog sigue pareciéndome muy importante... después de todo esto se aplica directamente a la ley del Prohibido Olvidar, no?
Como les decía, un disco bajo el título de "Enamorándonos" llegó a ser pasado en mi programa pues al escucharlo con suma atención llegó a mi decisión en el total merecimiento de su difusión sin tener una forma de contacto con Valter.
Pero el tiempo es un viejo sabio que da las respuestas más inesperadas a las preguntas más curiosas.
Hace 4 años, mientras vigilaba la Villa Victoria Ocampo cumpliendo con mi actividad laboral me acompaño con la radio donde estaba mi programa escuchando a mi amigo Néstor Olviera a cargo de su programa "Cómo Somos" desde los estudios de Radio Urbana FM.
En uno de los bloques del espacio radial, Néstor lee un bello tema con el fragmento de un hermoso tema de fondo elegido por el musicalizador que más tarde me enteraría de que lo consiguió por una amiga que conservó ese tema por años.
Parte de esa canción decía: "Una taza de café compartida con un beso./
El amor bajo la ducha, tú te bañas, yo te seco,/
Quiero darte mis mañanas, regalarte melodías
que te cantaré en las noches..."
"-Dany querido, no es acaso el tema que inicia este post?"
"-Efectivamente, Doña Coqui, era el tema 'Quiero darte'."
Me quedé por un momento sorprendido ya que siempre conservo los títulos de las canciones que siempre ha difundido en mi programa radial.
A los 5 minutos Néstor anuncia que una oyente deseaba escuchar el tema completo pues ella mencionó que hacía muchos años que no lo había vuelto a escuchar pero el conductor le aclaró que no como lo dije antes, el musicalizador sólo tenía una parte del tema.
"-Y vos qué hiciste ante eso?"
Como muchas veces siempre he respetado y tratado de complacer el pedido de un oyente aunque no fuera mi propio programa (ya que muchos colegas a veces no valoran los 25 centavos de gasto o el mail o un mensaje de texto), no podía permitir una decepción en el rostro de la oyente, me la imaginé triste por un momento y ese momento me impulsó a ayudar a Olivera en cumplir con el pedido llamándolo a la radio fuera de aire.
"-Hola, Néstor, soy Daniel Wilson."
"-Hola, Daniel!
Qué alegría escucharte!
Está muy bueno tu programa, todas las semanas lo escucho."
"-Gracias, sos muy amable.
Pero el motivo de mi llamada es porque tengo el tema que te pidió la oyente.
Decile que el próximo domingo lo pasarás en tu programa.
Dame la dirección de tu casa que te prestaré el disco."
Jamás en mi vida un colega se había puesto tan contento de recibir una ayuda de esta manera.
Para mí es como una costumbre y me hace sentir bien que pueda ser de ayuda especialmente cuando nadie me la pide.
Cuando salió al aire el amigo cumplió con mi pedido y me llenó de halagos al aire.
Pocos minutos después la oyente llamó a al radio agradeciéndome y esperando con ansias de que en la próxima emisión de "Cómo Somos" se complazca su pedido.
Y así fue, aquí debería terminar esta historia pero lo asombroso es lo que vendría después.
Para eso, avanzaremos un poco en el tiempo, más precisamente a 3 semanas después del difusión de "Quiero darte".
Al llegar a la radio para realizar mi programa, el hijo de la Sra. Directora me dice:
"-Wilson, llegó un paquete para vos."
Yo puse una cara de signo de interrogación pues como en ese momento yo estaba medio flojo económicamente hablando, no había realizado ningún contacto con artista alguno.
Observé el paquete que contenía 2 cds para ser difundidos, uno para Olivera (por cierto, qué será de él?) y uno para mí, pero me quedé helado al ver que el artista del disco bajo el nombre de Rodrigo Lamas era... VALTER!
A la semana llamo a Néstor y visito nuevamente su casa cumpliendo en llevarle el disco.
Y Néstor me contó esta anécdota:
"-Te acordás del día que se pasó ese tema de Valter?
A los pocos días él me llamó porque quería saber cómo era posible que lo hubiera conseguido.
Yo le hablé de vos y de tu programa y también me dejó su número de teléfono para contactarlo."
"-Pero... cómo es posible que se hubiera enterado, Néstor?
Acaso lo escuchó por casualidad?"
"-No, Daniel.
Lo escuchó un amigo y le contó a Valter.
Por eso me llamó a la radio y le expliqué todo."
Hay veces que creo -y hasta podría estar convencido- de que el destino se ríe de mí y gracias a mi amigo Néstor pude cumplir el deseo de establecer un reportaje con Valter, pero lo veremos en la tercera parte de esta historia.
Vamos finalizando aquí el primer capítulo prometiendo que en el próximo conocerán la faceta actual de Valter Dittrich que le permitió un cambio en su vida.
Y antes de retirarme hasta la parte 2 de "LA BELLEZA DE LA MÚSICA" les voy a dejar otro de los fabulosos temas de Valter inspirado en un poema que escribió una amiga suya.
La estuve buscando por su Jardín de Esperanzas y no la encuentro."
"-Me dijo que se fue a retocarse un poco, Daniel"- me contesta Ecto.
"-Vos sabés lo que coquetona que es ella, loco"- me acota Chapita.
Y es verdad, Coqui siempre siempre quiere salir reluciente.
En eso la veo acercarse pero está algo distinta.
"-Hola, querido.
Me buscabas?
Perdoná, es que vengo del salón de belleza.
Me atendieron divinamente... y hasta tiene música funcional!"
Hummmm... belleza... música...
"-Sabía ud, Coqui, que la belleza y la música tienen cierta similitud?"
"-En verdad, Dany?
Puedo ver el brillo de tus ojos cuando estás dispuesto a contar otra historia real, no es así?
No será sobre el apuesto jóven de la foto de portada de este posteo?"
Qué bien me conoce Coqui y sí, estoy dispuesto a contarles otra de las tantas historias reales que pasan por este barrio de recuerdos y en esta ocasión será en una miniserie de 3 capítulos sobre un privilegio amistoso que tiene el nombre de VALTER DITTRICH.
En este primer capítulo comenzaré a relatarles una historia real que me llevó poco a poco a llegar a conocer a este artista olvidado que actualmente se desempeña en otra actividad, pero no quiero adelantarme demasiado.
Todo comenzó hace 11 años cuando buscaba en locales de discos en Mar del Plata material para difundir en mi programa.
Quizás por un capricho del destino llegó a mis manos un disco que cambiaría mi historia y la de mi amigo en un giro totalmente inesperado.
Ante todo debo aclarar que hacer esta miniserie real no implica perjudicar ni alterar la vida de Valter, sino que en mi buena intención de "rescatar" una etapa que hasta el momento de desarrollarla en este blog sigue pareciéndome muy importante... después de todo esto se aplica directamente a la ley del Prohibido Olvidar, no?
Como les decía, un disco bajo el título de "Enamorándonos" llegó a ser pasado en mi programa pues al escucharlo con suma atención llegó a mi decisión en el total merecimiento de su difusión sin tener una forma de contacto con Valter.
Pero el tiempo es un viejo sabio que da las respuestas más inesperadas a las preguntas más curiosas.
Hace 4 años, mientras vigilaba la Villa Victoria Ocampo cumpliendo con mi actividad laboral me acompaño con la radio donde estaba mi programa escuchando a mi amigo Néstor Olviera a cargo de su programa "Cómo Somos" desde los estudios de Radio Urbana FM.
En uno de los bloques del espacio radial, Néstor lee un bello tema con el fragmento de un hermoso tema de fondo elegido por el musicalizador que más tarde me enteraría de que lo consiguió por una amiga que conservó ese tema por años.
Parte de esa canción decía: "Una taza de café compartida con un beso./
El amor bajo la ducha, tú te bañas, yo te seco,/
Quiero darte mis mañanas, regalarte melodías
que te cantaré en las noches..."
"-Dany querido, no es acaso el tema que inicia este post?"
"-Efectivamente, Doña Coqui, era el tema 'Quiero darte'."
Me quedé por un momento sorprendido ya que siempre conservo los títulos de las canciones que siempre ha difundido en mi programa radial.
A los 5 minutos Néstor anuncia que una oyente deseaba escuchar el tema completo pues ella mencionó que hacía muchos años que no lo había vuelto a escuchar pero el conductor le aclaró que no como lo dije antes, el musicalizador sólo tenía una parte del tema.
"-Y vos qué hiciste ante eso?"
Como muchas veces siempre he respetado y tratado de complacer el pedido de un oyente aunque no fuera mi propio programa (ya que muchos colegas a veces no valoran los 25 centavos de gasto o el mail o un mensaje de texto), no podía permitir una decepción en el rostro de la oyente, me la imaginé triste por un momento y ese momento me impulsó a ayudar a Olivera en cumplir con el pedido llamándolo a la radio fuera de aire.
"-Hola, Néstor, soy Daniel Wilson."
"-Hola, Daniel!
Qué alegría escucharte!
Está muy bueno tu programa, todas las semanas lo escucho."
"-Gracias, sos muy amable.
Pero el motivo de mi llamada es porque tengo el tema que te pidió la oyente.
Decile que el próximo domingo lo pasarás en tu programa.
Dame la dirección de tu casa que te prestaré el disco."
Jamás en mi vida un colega se había puesto tan contento de recibir una ayuda de esta manera.
Para mí es como una costumbre y me hace sentir bien que pueda ser de ayuda especialmente cuando nadie me la pide.
Cuando salió al aire el amigo cumplió con mi pedido y me llenó de halagos al aire.
Pocos minutos después la oyente llamó a al radio agradeciéndome y esperando con ansias de que en la próxima emisión de "Cómo Somos" se complazca su pedido.
Y así fue, aquí debería terminar esta historia pero lo asombroso es lo que vendría después.
Para eso, avanzaremos un poco en el tiempo, más precisamente a 3 semanas después del difusión de "Quiero darte".
Al llegar a la radio para realizar mi programa, el hijo de la Sra. Directora me dice:
"-Wilson, llegó un paquete para vos."
Yo puse una cara de signo de interrogación pues como en ese momento yo estaba medio flojo económicamente hablando, no había realizado ningún contacto con artista alguno.
Observé el paquete que contenía 2 cds para ser difundidos, uno para Olivera (por cierto, qué será de él?) y uno para mí, pero me quedé helado al ver que el artista del disco bajo el nombre de Rodrigo Lamas era... VALTER!
A la semana llamo a Néstor y visito nuevamente su casa cumpliendo en llevarle el disco.
Y Néstor me contó esta anécdota:
"-Te acordás del día que se pasó ese tema de Valter?
A los pocos días él me llamó porque quería saber cómo era posible que lo hubiera conseguido.
Yo le hablé de vos y de tu programa y también me dejó su número de teléfono para contactarlo."
"-Pero... cómo es posible que se hubiera enterado, Néstor?
Acaso lo escuchó por casualidad?"
"-No, Daniel.
Lo escuchó un amigo y le contó a Valter.
Por eso me llamó a la radio y le expliqué todo."
Hay veces que creo -y hasta podría estar convencido- de que el destino se ríe de mí y gracias a mi amigo Néstor pude cumplir el deseo de establecer un reportaje con Valter, pero lo veremos en la tercera parte de esta historia.
Vamos finalizando aquí el primer capítulo prometiendo que en el próximo conocerán la faceta actual de Valter Dittrich que le permitió un cambio en su vida.
Y antes de retirarme hasta la parte 2 de "LA BELLEZA DE LA MÚSICA" les voy a dejar otro de los fabulosos temas de Valter inspirado en un poema que escribió una amiga suya.
Dos cuerpos temblando
en sábanas blancas
en sábanas blancas
sin cruzar palabras,
la luz apagada,
placer consumado.
Tú te das la vuelta
y sin un respiro
calzamos la ropa.
Al pie de la cama
los códigos cambian
ya no habito tu cuerpo
vuelves a tu casa.
Rutina de amantes
te llamo, llamame.
Hablarte no puedo,
ella está conmigo.
De tarde te veo,
el lugar de siempre,
no exijas, no pido.
Queriendo escaparnos
de toda rutina
empezamos a vernos
llenando el vacío
de aquellos amores
que huellas dejaron
de aquellos rencores
que fueron pasando.
Creamos un juego
de amarnos en cuotas
de ratos ardientes,
de ilusiones rotas.
Fuimos transformando
la llama en cenizas
sin llanto ni risa
un encuentro excitante
en rutina de amantes.
Rutina de amantes
te llamo, llamame.
Hablarte no puedo,
ella está conmigo.
De tarde te veo,
el lugar de siempre,
no exijas, no pido.
Y juntando pedazos
cerrando los ojos
y abriendo los brazos
tarde comprendimos,
sólo conseguimos
transcurrir el tiempo
viviendo una historia
de locas pasiones
sin más fundamento
que llenar de euforia
tu vida y mi vida
en escasos momentos.
Rutina de amantes
te llamo, llamame.
Hablarte no puedo,
ella está conmigo.
De tarde te veo,
el lugar de siempre,
no exijas, no pido.
Rutina de amantes
te llamo, llamame.
Hablarte no puedo,
ella está conmigo.
De tarde te veo,
el lugar de siempre,
no exijas, no pido.
(Canción "Rutina de Amantes"
interpretado por Valter Dittrich)
(CONTINUARÁ)
la luz apagada,
placer consumado.
Tú te das la vuelta
y sin un respiro
calzamos la ropa.
Al pie de la cama
los códigos cambian
ya no habito tu cuerpo
vuelves a tu casa.
Rutina de amantes
te llamo, llamame.
Hablarte no puedo,
ella está conmigo.
De tarde te veo,
el lugar de siempre,
no exijas, no pido.
Queriendo escaparnos
de toda rutina
empezamos a vernos
llenando el vacío
de aquellos amores
que huellas dejaron
de aquellos rencores
que fueron pasando.
Creamos un juego
de amarnos en cuotas
de ratos ardientes,
de ilusiones rotas.
Fuimos transformando
la llama en cenizas
sin llanto ni risa
un encuentro excitante
en rutina de amantes.
Rutina de amantes
te llamo, llamame.
Hablarte no puedo,
ella está conmigo.
De tarde te veo,
el lugar de siempre,
no exijas, no pido.
Y juntando pedazos
cerrando los ojos
y abriendo los brazos
tarde comprendimos,
sólo conseguimos
transcurrir el tiempo
viviendo una historia
de locas pasiones
sin más fundamento
que llenar de euforia
tu vida y mi vida
en escasos momentos.
Rutina de amantes
te llamo, llamame.
Hablarte no puedo,
ella está conmigo.
De tarde te veo,
el lugar de siempre,
no exijas, no pido.
Rutina de amantes
te llamo, llamame.
Hablarte no puedo,
ella está conmigo.
De tarde te veo,
el lugar de siempre,
no exijas, no pido.
(Canción "Rutina de Amantes"
interpretado por Valter Dittrich)
(CONTINUARÁ)